Que tienen que ver un ex, y los últimos de filipinas

Es curioso cómo comenzamos el día con pensamientos que nos rondan la cabeza, especialmente aquellos que se enredan en los recuerdos y la historia. Nuestra cultura, al igual que las naciones, tiende a moldear y filtrar recuerdos, enfocándose en las emociones que nos evocan. Tomemos, por ejemplo, "los últimos de Filipinas". La memoria colectiva celebra su valor y resiliencia, pero a mí me asalta una sensación de soledad y abandono: personas aisladas, hambrientas, conscientes de que ni su nación ni su dios vendrán en su auxilio. Están solos, sin red de seguridad. Esta imagen se convierte en un poderoso reflejo de la vida misma. No existe una red que nos atrape; estamos a merced de nuestra propia resiliencia, una cualidad no solo aprendida, sino intrínseca a nuestra naturaleza. Avanzamos, a menudo vinculando nuestras acciones a la emoción que consideramos más útil para sobrevivir. Los recuerdos, ya sean de un ex amor que preferiríamos olvidar o de otro que deseamos hubiera fu...